miércoles, 16 de noviembre de 2011

Solos

Qué sensación
Es quedarnos a solas
Después de la fiesta,
Ver todas esas botellas abandonadas en la acera,
Los oídos aún sordos,
Los coches marchándose despacio
Y los faros que se encienden como ojos que recién despiertan por sorpresa.
Junto a ti
Todo se va marchando
Menos tú
Que me hablas despacio
Y ese beso que empezó demasiado tarde
Porque la noche moría
O demasiado pronto según se mire,
Porque aún no ha amanecido
Y unas pocas horas o en unos minutos
El aparcamiento queda vacío
Y volvemos a quedar los dos rodeados de silencio
Tal y como quisimos desde el principio,
Antes de preguntarnos nada
Con el ansia enredando en tu pelo,
Mis dedos ya en tu nuca o mi cuerpo que te rodea
Y la promesa nunca explícita
De volvernos poéticamente sucios,
Destrozarte la ropa,
Prometernos la infinita mentira de morirse en el otro
Para acabar respirando rendido que no muerto yo sobre tu pecho
Y en tu pecho las olas bajo mi cabeza,
Hacerte sentir temblar por dentro
Como si el centro de la tierra
Fuese agua de mar un día de luna.

Madrid

Qué difícil debe de ser Madrid
Cuando no estés.
Supongo que despertaré una mañana de domingo
Y por segunda o tercera vez en mi vida
La cama que huele a ti
Acabará con las sábanas en la lavadora,
Todo esfumándose
Como las cervezas que bebimos mientras hablábamos
Y una nota sobre la mesa de la cocina
Que me deja comida caliente
Que no comeré
Hasta que haya escuchado tantas veces esa canción
Y toda la lluvia del mundo
Se haya secado
Junto a todo lo que nunca existió.
Porque debe de ser difícil Madrid
Cuando el metro o un corto viaje en cercanías
No me recuerde a ti
Porque nadie se puede ir de donde nunca se ha estado.